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Los gerentes suelen quejarse de que sus mejores empleados les renuncian, y la verdad es que tienen algo de que quejarse, pues pocas cosas son tan costosa y perjudicial como buenos trabajadores ‘abandonando el barco’. Lo cierto es que ignoran el quid del asunto: la gente no deja puestas de trabajo, deja a sus gerentes. Aquí, los peores errores de los CEOs, según Business Insider:

- Exceso de trabajo. Nada ‘quema’ tan fácil buenos empleados. Esta trampa, tan tentadora para los gerentes, es desconcertante para los empleados, pues sienten que los están castigando por rendir.

- Esta medida es contraproducente. Una investigación de Stanford muestra que la productividad por hora disminuye bruscamente cuando la semana de trabajo es superior a 50 horas, y la productividad disminuye mucho después de 55 horas continuas laborando.

- Si tiene que exigirles trabajar más, acompañe dicha carga extra con aumentos salariales, promociones u otras ventajas. Si lo único que cambia es que hay que trabajar más, los empleados buscarán otra empresa que les dé lo que se merecen.

- No reconocen las contribuciones ni premian el buen trabajo. Es fácil subestimar el poder de una palmadita en la espalda. A todos les gustan las felicitaciones, en especial a quienes trabajan duro y dan todo de sí.

- Los gerentes tienen que comunicarse con su gente para averiguar qué les hace sentir bien (para algunos, es un aumento de sueldo, para otros, es el reconocimiento público) y luego recompensarlos por un trabajo bien hecho.

- No se preocupan por sus empleados. Más de la mitad de las personas que dejan sus puestos de trabajo lo hacen debido a su relación con su jefe. En las empresas inteligentes, los directivos saben cómo equilibrar ser profesional con ser humano.

- Hay que celebrar el éxito de un empleado, acercarse en aquellos momentos difíciles y desafiar a la gente. Es imposible trabajar para alguien más de ocho horas al día que no se preocupa por nada que no sea el rendimiento de la producción.

- No honran sus compromisos. Cuando sostiene un compromiso debe cumplirlo, pues se está poniendo a prueba frente a sus empleados. Y si no cumple lo que promete, ¿por qué tendrían que hacerlo quienes trabajan para usted?

- Contratan y promueven a la gente equivocada. Esto desmotiva a los trabajadores que saben se merecen dichos ascensos.

- No dejan que la gente persigue sus pasiones. Proporcionar oportunidades para que puedan hacerlo mejora su productividad y la satisfacción en el trabajo. Pero muchos CEOs temen que la productividad se reducirá si dejan que la gente lo haga.

- Este temor es infundado. Los estudios demuestran que las personas que son capaces de perseguir sus pasiones logran un estado de euforia que los hace cinco veces más productivos.

  

Tomado de portafolio.com